Arriba:
Andrea Wulf, Alemania. Nacida en 1972.
Abajo:
Leonardo Padura, Cuba. Nacido en 1955.
Víctor Andresco, España. Nacido en 1966.
Petros Márkaris, Grecia. Nacido en 1937.
Quizás el mayor milagro de la literatura sea el de dar voz. Voz al individuo, al autor, en medio de la multitud. Voz a quienes no la tienen en la sociedad. Voz a una época, a un país, a un pueblo. De lo particular a lo general, del individuo a la sociedad, la literatura funciona como polifonía. Un conjunto de voces que nos cuentan quiénes somos nosotros, quiénes son los otros. Y que nos recuerda que esas dos categorías –nosotros, los otros− son intercambiables.
En obras como “La invención de la naturaleza”, de la alemana Andrea Wulf, se escuchan las voces de quienes, como el prusiano Alexander Humboldt en sus viajes a través de América, concibieron en el siglo XVIII la visión de una Naturaleza interconectada, adelantándose al ecologismo de nuestro tiempo.
El cubano Padura, con su policía Mario Conde, el griego Márkaris, con su inspector Jaritos, y el español Andresco, con novelas como “A buenas horas cartas de amor”, utilizan el ascensor social de la novela policial para hacernos escuchar las voces de la corrupción en ambos lados del Atlántico, desde los bajos fondos hasta el mundo de las élites.
Andrea Wulf, Alemania. Nacida en 1972.
Abajo:
Leonardo Padura, Cuba. Nacido en 1955.
Víctor Andresco, España. Nacido en 1966.
Petros Márkaris, Grecia. Nacido en 1937.
Quizás el mayor milagro de la literatura sea el de dar voz. Voz al individuo, al autor, en medio de la multitud. Voz a quienes no la tienen en la sociedad. Voz a una época, a un país, a un pueblo. De lo particular a lo general, del individuo a la sociedad, la literatura funciona como polifonía. Un conjunto de voces que nos cuentan quiénes somos nosotros, quiénes son los otros. Y que nos recuerda que esas dos categorías –nosotros, los otros− son intercambiables.
En obras como “La invención de la naturaleza”, de la alemana Andrea Wulf, se escuchan las voces de quienes, como el prusiano Alexander Humboldt en sus viajes a través de América, concibieron en el siglo XVIII la visión de una Naturaleza interconectada, adelantándose al ecologismo de nuestro tiempo.
El cubano Padura, con su policía Mario Conde, el griego Márkaris, con su inspector Jaritos, y el español Andresco, con novelas como “A buenas horas cartas de amor”, utilizan el ascensor social de la novela policial para hacernos escuchar las voces de la corrupción en ambos lados del Atlántico, desde los bajos fondos hasta el mundo de las élites.
José Manuel Fajardo