Jorge Luis Borges, Argentina. Nacido en 1899. Fallecido en 1986.
José Saramago, Portugal. Nacido en 1922. Fallecido en 2010. Premio Nobel de Literatura.
Imagine que España y Portugal, la península ibérica, se desgajan del resto de Europa y se echan a navegar, cual navío pétreo, por el océano Atlántico rumbo a América. No hay mejor imagen para reflejar el vínculo entre los dos continentes y el papel que las literaturas en lengua española y portuguesa han jugado en él. Esa es la simbólica historia de la novela “La balsa de piedra”, del portugués José Saramago.
Y desde el otro lado del espejo en que éste se mira, el argentino Jorge Luis Borges parece devolverle la mirada, aun siendo ciego, con sus ficciones, con sus bibliotecas infinitas, sus leyendas árabes y sus trágicas historias de persecución a los judíos en la Europa en guerra. Y con su fascinación por las literaturas escandinavas, por aquellos vikingos que viajaron rumbo al Oeste quinientos años antes de que lo hiciera Cristóbal Colón, sobre sus barcos de madera, y trajeron a Europa las primeras noticias de América, a la que llamaron Vinland, tierra de viñas.
Desde entonces, el vino y las palabras fructifican y dialogan entre sí desde las dos orillas oceánicas.
José Saramago, Portugal. Nacido en 1922. Fallecido en 2010. Premio Nobel de Literatura.
Imagine que España y Portugal, la península ibérica, se desgajan del resto de Europa y se echan a navegar, cual navío pétreo, por el océano Atlántico rumbo a América. No hay mejor imagen para reflejar el vínculo entre los dos continentes y el papel que las literaturas en lengua española y portuguesa han jugado en él. Esa es la simbólica historia de la novela “La balsa de piedra”, del portugués José Saramago.
Y desde el otro lado del espejo en que éste se mira, el argentino Jorge Luis Borges parece devolverle la mirada, aun siendo ciego, con sus ficciones, con sus bibliotecas infinitas, sus leyendas árabes y sus trágicas historias de persecución a los judíos en la Europa en guerra. Y con su fascinación por las literaturas escandinavas, por aquellos vikingos que viajaron rumbo al Oeste quinientos años antes de que lo hiciera Cristóbal Colón, sobre sus barcos de madera, y trajeron a Europa las primeras noticias de América, a la que llamaron Vinland, tierra de viñas.
Desde entonces, el vino y las palabras fructifican y dialogan entre sí desde las dos orillas oceánicas.
José Manuel Fajardo